- ¿ Ahí está el mar? Muy bien, que pase.
- Dadme la gran campana, la de raza verde.
- No, esa no es, la otra, la que tiene
en la boca de bronce una ruptura,
y ahora, nada más, quiero estar solo
con el mar principal y la campana.
Quiero no hablar por una larga vez,
silencio, quiero aprender aún,
quiero saber si existo.
( Neruda)